Unos niños crean sus propios perfumes inspirados en el Renacimiento italiano
El Museo de Bellas Artes de Nîmes (Francia) me invitó recientemente a impartir un taller de creación de perfumes inspirado en una obra de la exposición temporal "Drapés, une histoire d'illusion(s)".

Dirigido a un público infantil, este taller de creación de perfumes tenía como objetivo que cada niño creara su propio perfume inspirado en una obra de la exposición.

La elección recayó en el cuadro renacentista italiano " El matrimonio místico de Santa Catalina de Alejandría", del taller de Lorenzo di Credi, pintor del siglo XVI que tuvo como compañero de aprendizaje nada menos que a... Leonardo da Vinci.
Me sumergí en la documentación sobre la obra enviada por el Museo de Bellas Artes, y luego me puse a trabajar para determinar diez ingredientes de mi órgano que permitirían a los niños crear su propio perfume inspirado en esta obra que representa un episodio de la Biblia.
Elegí, entre otros, ingredientes como:
- El sándalo, evocando el panel de madera sobre el que está pintada la obra de arte.
- El heno, un guiño al establo donde nació Jesús (el niño del cuadro).
- La rosa, un olor asociado con María en la Biblia.
- La bergamota, al ser una pintura italiana, etc...
En definitiva, ingredientes "fáciles" de mezclar para los jóvenes perfumistas en ciernes que iban a participar en esta experiencia multi-sensorial.
Llegó el día del taller. En primer lugar, antes que nada: descubrir la obra visitando la sala del museo donde se exhibe.

La mediadora del Museo de Bellas Artes presentó las obras de arte a los niños.

Tras muchas preguntas de los niños, que estaban muy interesados en este cuadro, nos dirigimos al taller donde les esperaban todo el material necesario para crear sus perfumes.

Una vez instalados, el taller comenzó con la fase olfativa. Repartí, uno por uno, a cada participante, los ingredientes olfativos elegidos para el taller, especificando su relación con la obra de arte.

Una vez olieron todos los ingredientes, seleccionaron sus favoritos y, una vez escrita la fórmula, comenzaron a "pesarla" utilizando goteros en pequeños viales de vidrio.

Olí la primera creación de cada grupo, aconsejando sobre posibles mejoras a su fórmula, o sugiriendo crear algo completamente diferente en su segundo ensayo si estaban satisfechos con su creación.
Olí el segundo ensayo, luego el tercero. Al final de esta práctica, cada niño eligió su ensayo favorito, que pesé con mi balanza de precisión en un frasco de 15 ml que se llevaría a casa como recuerdo del taller.

Siempre es un placer dar a conocer mi profesión de perfumista a los niños, especialmente en un entorno artístico.