Julia Margaret Cameron, una pionera en fotografía
Recuerdo muy bien el día en que vi por primera vez una foto de la británica Julia Margaret Cameron. Fue durante una clase de fotografía en Alicante (España). Fue una revelación. Esta visión singular del mundo me parecía tan familiar que me sentí como en casa. Un mundo teatral, un lenguaje de fuertes contrastes, que despertó tantas emociones como me inspiró. Debo decir que el descubrimiento de su trabajo, su historia y sus valores como fotógrafa fue una gran motivación para continuar en mi camino fotográfico.
"Mi aspiración es ennoblecer la fotografía y asegurarle el carácter y los usos del gran arte combinando lo real y lo ideal". - Julia Margaret Cameron
Cameron se inició con la fotografía a la edad de 46 años cuando su hija le regaló una cámara. A esta edad, tenemos algunas ideas más claras sobre quiénes somos, cuáles son nuestros valores y cuál es nuestra visión del mundo. Al menos eso es lo que siento en sus imágenes.
A través de sus imágenes, traspasa la sensación que era una mujer fuerte en un ambiente dominado por hombres. Activa al comienzo de la fotografía, en la década de 1850, transformaba en iconos a las personas que la rodeaban y que posaban para ella. La conexión física y emocional entre ella y sus sujetos es palpable.
Le gustaban los accidentes durante el proceso de revelado de sus fotos y las consideraba una parte integral de la misma. Muchos la criticaron en esta época, argumentando que estos fallos se debieron a su falta de profesionalismo. No se abstuvo de responder a estas críticas que consideraban como la "típica coartada de personas que carecen de imaginación".
Julia Margaret Cameron cuestionó los estándares estéticos de su tiempo. Sus fotos capturaron la vida tal como era con sus imperfecciones.